Ya el abuelo tenía un bar y tienda de ultramarinos en Moscardón. Posteriormente, sus hijos han estado treinta y cinco años regentando un restaurante en Barcelona. Y el nieto Rubén Marco Alcañiz no iba a quedarse atrás.

Criado entre fogones y ampliamente formado en hostelería, llevo veinte y cinco años dedicados a la hostelería en la Sierra de Albarrracín donde he estado al frente del Hostal Royuela, el Asador Albarracín, el restaurante el Horno de Moscardón y, ahora, el Molino de Algarbe. Mi cocina se caracteriza por su aire tradicional y se acompaña de un equipo de camareros atentos y serviciales. Poniendo cada día en marcha los fogones bien pronto por la mañana para preparar con mucho cariño y dedicación todos nuestros productos que son de elaboración propia. ¡Ven a disfrutar de una comida excelente en un paraje idílico!